Me gustabas tanto como mi soledad; me atrevo a decir que un poco más. Te hice un espacio en mi vida como si hubieras tenido intenciones de quedarte, cuando solo se trataba de un juego; tu finalidad era ganar para después largarte.
Actuabas como si yo importara, hacías todas las preguntas, te sincerabas por las madrugadas; en medio de todo yo te denominaba de mis coincidencias favoritas, pero yo para ti era un buen remedio para curar una de tus heridas.
Pudiste haberte inyectado penicilina, pero preferiste jugar con mis sentimientos como si fueran plastilina; tocar a mi puerta para terminar cenando en la misma mesa, mientras abrías mi corazón con la misma facilidad que abres una botella de cerveza con una moneda.
Primero decías que usara calzón amarillo en año nuevo para conseguir empleo e irme contigo, después decías que no había pasado nada conmigo. Y yo seguí tu juego – No, no pasó nada – dije, cuando sabíamos que sí, y que yo hubiera dado mucho más por ti.
Andas por la ciudad campante, airoso, caminas victorioso. En la noche basta con abrir Instagram para conocer tu vitrina de muñecas, ¿Con cuál vas a jugar mañana? Después de todo no suena loco que quieras besar a mi amiga, es parte de tu maña. Ten cuidado con las uñas que te arañan.
¿Por qué te importaba que alguien más estuviera conmigo? Cuando siempre había otra entre tus sábanas mientras hablabas conmigo. Bendito sea el creador que te hizo único, pero solo para golpear tu ego de mierda: no eres el único.
Mi cuerpo lo sabe, sabe bien. Azúcar morena que no endulza ni el café de tu desayuno, ni el postre de tu comida, ni el té de tu cena. Lo nuestro no pasó de ser shots de tequila y una caja de pizza. Una lástima. Hubiéramos condimentado todo mejor en la barra de la cocina.
Dices que alguien te hizo mucho daño, pero de eso ya pasaron cuatro años. ¿Quieres justificar tu juego sucio conmigo? Solo basta decir – lo siento – pero supongo tienes las manos ocupadas con la ex novia de tu «amigo».
Llama a tu amiga, llama a la de la oficina, llama a tu vecina; juega con ellas, ya sabemos que lo tuyo son los orgasmos que terminan en silencio. Porque dices que lo tuyo no es el compromiso, que quieres vivir la vida, y que pobre de aquella que sienta algo, que el corazón lo tienes discapacitado.
No fue tu mala borrachera, fueron tus malas intenciones asomándose por debajo de tu playera; no fueron los cuatro años, fue el leve roce de nuestras manos. Aquí muere. No quiero saber a donde vas ni con quien; tú sigue por tu camino, y yo por donde pueda caminar bien.
A tu salud y a la mía, tomo un último shot de tequila para seguirla con una cerveza bien fría, más que tú y tu mala manía. Toma esto como una carta nunca recibida, el broche de oro, la despedida. Se terminó el invierno, es momento de que, entre la primavera, darle la bienvenida.
Me despido. Que te vaya bien, que logres todo lo que sueñas, y ojalá nunca encuentres a alguien como tú. Que comas bien, que nadie quiera ser tu dueña, pero ojalá y sí, te duela, te engañe, te nuble la vista, justo cómo haces tú. Nada más para que aprendas.
Texto por Arte Jiménez
Créditos de fotografía de portada: Johana Arleth
Para más fotos padrísimas síguela en Instagram
Me encanta como escribes entre rima y prosa vas hilando las emociones vividas.
Estoy participando en el giveaway mi cuenta es @blanckale
Estoy participando en el giveaway y mi cuenta de instragram es: yamile.grn
ya seguí todos los pasos.
Este fue uno de mis favoritos, seguiré comentando los que me gusten.
Estoy participando en el giveaway, mi cuenta de Instagram es: almapaulinacv.
Participo en el giveaway y mi cuenta de instagram es @alinemarcosa
Estoy participando en el giveaway mi insta es @soofffiiaaaa 🧡🧡