No puedo evitarlo, no puedo evitar amar demasiado, sentir que me aterra perderlo todo, pero aquí estoy, rompiendo mis propias reglas, dedicando «te amos», soltando carcajadas, compartiendo la mesa, llorando porque no cabe en mí la felicidad, dejando al perro subirse a la cama, cocinando un panqué porque le gusta lo dulce, resolviendo mis conflictos internos, mejorando cada día, prometiendo un «para siempre» en el mundo de lo efímero.
Leer más