Las mentiras que crecimos creyendo sobre el amor romántico.

Estoy segura que la mayoría de nosotras creció viendo películas de princesas, series con personajes femeninos principales, leímos cuentos o libros que presentaban a la mujer dentro de una burbuja con una construcción de personaje pobre. Esto, es tan solo una parte de lo que ha constituido a la creación de expectativas y roles alejados de la realidad de quienes somos como seres humanos. El amor romántico no es lo que podría parecer, es como un lobo vestido de oveja, un arma de doble filo, que estando en la relación incorrecta puede ser letal.

Una de las series más populares que existió en mi adolescencia fue Gossip Girl. Dos de los personajes principales son Blair Waldorf y Chuck Bass, quienes después de una noche de romance descubren que de hecho, se gustan, y la situación va escalando. Hay un capítulo en donde Chuck intercambia a Blair por un hotel, hay capítulos en donde claramente él está mal emocionalmente, hay capítulos en donde claramente están mejor separados. Pero constantemente veía a amigas o compañeras decir que esos eran #RelationshipGoals, y que ojalá encontraran un amor así, ¿Cómo por qué querrías a un tipo que no está seguro de quererte y juega contigo?

En aquél entonces yo no tenía las mismas herramientas ni conocimiento que tengo ahora, cuando analizo Gossip Girl, y en especial a ese par, comprendo que crecimos con conceptos erróneos de lo que es el amor, cómo es, cómo se debería sentir, y cómo actúa alguien que te ama. En realidad es mucho más extenso de lo que pareciera, y cuando decidí investigar más sobre esto, se me volaron los sesos porque hay muchas cosas que aún son tabú, que si bien, acomodan muy bien dentro de cierto tipo de relaciones, no es igual para todo el mundo.

Un ejemplo de ello es que el otro día estaba viendo Tiger King en donde uno de los involucrados lleva una vida amorosa en la poligamia, tiene 3 novias y ellas viven en paz con esa idea; también he platicado con amigos hombres quienes no han tenido problema en tener encuentros sexuales con su novia y otro hombre. Cuando tengo estas conversaciones dentro de mí surge la cosquilla y en mis saltos hacia entender más cómo funciona la vida y el amor para otras personas, he encontrado que en realidad el ser humano no es monógamo, pero que a raíz de la estructura social que existe, es que surgen las familias. ¿Esto es negar que el amor existe? Por supuesto que no.

En lo personal, nunca he estado en una relación con distintas personas a la vez, y realmente no tengo interés en estarlo. Sin embargo, no puedo hablar por todas las personas en el mundo. ¿Por qué saco este tema? Bueno, porque la fidelidad es uno de los constructos que han existido también durante muchos siglos, pero hoy en día surge bajo diferentes términos, es decir, las parejas pueden establecer su propio lenguaje y con ello, sus propios límites de lo que es la fidelidad entre ambas personas.

Una de las cosas que hacen falta, e hicieron mucha falta en el pasado, era justamente introducir a los niños y niñas al mundo real, trabajar su salud mental, su amor propio, su autoestima, para que entonces supieran detectar los focos rojos. Un ejemplo es cuando alguien te cela y tú piensas que eso es romántico; yo misma estuve con alguien que me prohibía hablar con otra persona por celos y, revisaba mi celular; si yo hubiera tenido orientación correcta hubiera sabido que eso no era bueno, obviamente yo experimentaba miedo, pero no sabía cómo lidiar con la situación. Ahora que lo recuerdo pienso en que yo solía creer que eso era amor, cuando era todo lo opuesto.

Hemos creído en el cuento de la media naranja sin darnos cuenta lo que realmente implica eso. Es una manera de decir que las personas no estamos completas, que necesitamos de otra persona para experimentar felicidad, plenitud, o incluso de encontrarnos a nosotras (os) mismas (os), cuando en realidad, si dos personas se aman, se respetan, y el respeto es hacia cada aspecto grande y diminuto de la otra persona, se trata de algo sano. El estar en pareja no debe sentirse como cárcel, todo lo contrario, tienes tu rutina, tus sueños, aspiraciones, metas propias, y pueden compartir muchas en común. Estar en una relación no es renunciar a quien eres, es extenderte y mostrarse mutuamente lo que les hace humanos.

¿Qué tal la famosa frase de que el amor lo puede todo? Un arma de doble filo de nuevo. Sí, hay relaciones que enfrentan la enfermedad y el amor se mantiene, incluso crece; hay casos en donde enfrentan una situación económica difícil pero eso no hace que exista violencia, que se quebrante la confianza, o que dos personas se dejen. Sin embargo, hay escenarios que no pueden y no deberían aguantarlo todo, el ejemplo más común es que cuando alguien le pega a su pareja, en automático la víctima intenta justificar a su pareja diciendo «Es yo le hice enojar», cuando en realidad NADA justifica la violencia. Incluso sin violencia, no tienes una relación con alguien que padece alcoholismo y empieza a drenarte, también hay que considerar, pues nadie es centro de rehabilitación, y si esa persona no intenta nada por ser mejor para ella misma, no será mejor para ti, ni por ti.

Un tema de debate en ocasiones con mis amistades es la atracción. Hace un tiempo una amiga tenía un novio con el cual ya había durado unos meses, y un día conoció a otro hombre que le provocó eso, atracción, ¿Le puso el cuerno a su novio? No, simplemente le pareció atractivo y cuando le pregunté porqué no había establecido comunicación con él, me dijo algo que me pareció asertivo: «Mi pareja y yo tomamos la decisión de comprometernos el uno con el otro, de tener una relación honesta, eso no hace que no pueda reconocer belleza en otras personas», en pocas palabras y como se dice popularmente: «Estar a dieta no impide que veas el menú», con claridad si así lo estableciste en tu relación. Negar la atracción sería negar que somos humanos.

El sexo no es el punto más alto de intimidad. El amor a primera vista no existe, es atracción. Las historias como las de Sex & The City en donde Carrie Bradshaw vuelve con Big después de haber dudado casarse con ella, y después de años de ir y venir, no es más que una narrativa que alimenta que no somos lo suficientemente independientes como para construir una buena relación propia y esperar por una relación que realmente sea satisfactoria, y por satisfactoria me refiero a intenciones claras, comunicación, confianza, límites, construcción.

Entre más rompamos con constructos y establezcamos relación genuina la cual florece desde dos personas que encuentran el punto medio, más podremos experimentar amor por voluntad y gusto, no por necesidad y perfiles completamente falsos.

Texto de Arte Jiménez

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