Después de ti.

Después de ti todo es insípido, como el agua, ni tantito color.

Después de ti todo me parece aburrido, rutinario, común. Mis días comienzan con tu recuerdo en mi pensamiento, sobrevivo el día hablando de cualquier cosa superficial que no requiera mencionar tu nombre, para después llegar a casa y preguntarme si estás bien, si sigues pensando en mí, como yo en ti.

Después de ti he salido con otros, tan ordinarios, pero que se sienten tan especiales, y yo me rio, porque ninguno de ellos es tú, y ninguno podría lograr lo que tú hiciste conmigo. Me agrada su compañía por días, como una pequeña distracción, pero con ninguno quiero pasar toda una vida, esa la tengo reservada para ti.

Después de ti no soy yo, soy cuerpo sin corazón, despiadada, terrible frialdad ambulante. Siento que no lo soporto a veces, siento que necesito hablarte una vez más, tratar de dialogar lo nuestro, y decirte que, aunque lo dudes, yo sigo apostando por ti, y que al final todo tiene solución.

Y tengo miedo de que se me pase la vida, que el reloj corra más deprisa, y yo no logre alcanzarte, que te conviertas solo en una linda fotografía que aún no me atrevo a borrar. Tengo miedo porqué sé que, si alguien alguna vez se arrodilla ante mí, si he de caminar vestida de blanco y no es contigo, voy a estar pensando en ti de todos modos.

Después de ti todo es opaco, todos los días para mi están nublados, me llueven los ojos, me llueve el corazón, se me desbordan los recuerdos, y flota la razón… “Déjalo ir”, y como niña pequeña que ama el dulce y se aferra a un algodón de azúcar, yo me aferro a un final que, a mi parecer, está inconcluso, yo te amo infinito.

Tantas personas, tantas vidas, tantas historias, tanto dolor, tanta tristeza, un mundo revuelto con un poco de amargura, un poco de dolor, un poco de tristeza, miseria, amores a medias, y yo que te encontré entre el desastre, rechazo la idea de renunciar a ti. No imagino una vida en la que tenga que conformarme mediocremente a estar sin ti.

No, lo nuestro no terminó por falta de amor, terminó por tropiezos y pasos torpes, ¿por qué no volver a caminar? Poco a poco y después correr, incluso emprender vuelo, pero juntos.

Después de ti soy letras tristes, un alma incompleta, ¿qué se hace cuando alguien se lleva lo mejor de uno? Aquí, en una madrugada cualquiera, ansío tu regreso, tu cálida piel, tu voz adormecida, sigo anhelando poder viajar en el tiempo, tenerte una vez más, hacer todo contigo una vez más, incluso deseo poder pelear una vez más, descargar energías, reconciliarnos tan bien como sabíamos hacerlo.

Después de ti no hay nadie más, tu partida fue meteorito, destruiste lo existente, y en un mundo desierto, donde queda poco oxígeno, y sobrevivió poca vida, lo único que sobrevivió intacta, es la esperanza de permanecer una vida a tu lado. Que nuestros errores no envenenen las manos que escriban el final de nuestra historia, que sea la primera mirada, la primera cita, el primer beso lo que nos lleven de vuelta al principio, a revivir nuestra historia, a terminarla.

Mi amor, yo te juro que así pasen décadas, no se me olvida el sabor de tu boca, ni el olor de tu cuerpo, no se me olvida lo suave de tu querer y lo salvaje de tu ser. Tú eres, fuiste y serás mi mayor anhelo, mi mejor momento, mi alma favorita; tú sazonas mi vida, siempre lo hiciste, la hiciste mejor.

Después de ti no hay París lo suficientemente hermoso, me hace falta tu compañía, me hace falta el balance que me daba el caminar de tu mano. Después de ti no hay primavera, no hay verano, hay sequía, hay resequedad en mi alma, hay desiertos por doquier, extraño los cielos azules, la brisa, y como coloreabas mis días grises sin salirte de la raya.

Después de ti he querido volver a querer sin éxito alguno, porque una vez que amar a alguien se convierte en la mayor y mejor aventura de tu vida, lo demás te parece poco, te parece inútil, insuficiente.

Texto de Arte Jiménez

 

Mujereologia

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