Esta no es una declaración de amor ni mucho menos, tampoco es una propuesta para que seamos amigos con derechos, es un simple >me gustas<.
Ya sé cómo eres, te gusta salir y cualquier bebida que contenga alcohol, por algo tu perro se llama como un licor alemán. Te gusta estar con tus amigos e irte de viaje, te gusta más estar solo y las relaciones amorosas no son precisamente lo tuyo; eres totalmente impredecible, puedes buscarme a las 11:00 p.m con una botella de vino y tomarla juntos mientras hablamos de cosas importantes y otras estúpidas.
Me gusta cómo podemos ser amigos y darnos un beso sin sentirnos comprometidos (me encanta como besas, por cierto), me gusta que eso no suceda siempre sino que dejamos pasar un buen tiempo para que cuando te vuelva a tener cerca, estalle, es como mantener una clase de suspenso entre los dos. Me gusta que no sepas a donde vas, que no seas como los demás que tienen un plan de vida y reglas aburridas, me gusta que te sabes divertir y disfrutar de cada día, lo que me gusta que sepas es que no quieres ser Godínez. No quieres nada serio porque en realidad eres alegre el 95% del tiempo y el otro 5% estás borracho. También me gusta como dices que me veo bien aunque esté en pijama y con la cara lavada, o cuando sonríes en medio de una oración.
La gente confunde mucho cuando dices “me gustas”, piensan que es sinónimo de “me muero por ti”, pero en realidad sólo quiero decir que me agrada tu compañía, y más que nada me gusta sentirme cómoda diciéndote todo esto, porque te tengo confianza y sigues guardando los secretos que te conté hace 4 años. Todo esto me gusta porque no necesitamos ser algo para sentirnos bien, o querer pasar un rato juntos. Me gustas tal y como eres, así sin rumbo, porque no vas a ser el señor frustrado de 50 años que se quedó con ganas de hacer cosas, sino que vives tu vida sin querer agradarle a todo el mundo, haces lo que te de la gana porque es lo que te hace feliz. Y por eso me gustas (mucho).
Texto y fotografía: Arte Jiménez