He tomado una decisión, no sé como llegue a este punto pero no me quedan más ganas, ni siquiera me queda energía para pedirte que te quedes, por eso no te vayas, quédate aquí, yo soy la que se va…
Me voy de esto tan efímero que fuimos nosotros, me retiro por completo de las charlas largas y secretos compartidos, así como de los breves momentos, me voy porque puedo, porque estoy a tiempo y porque quiero. No podría disculparme por esto, no lo haré, a ti no te importó lo que sentía, a mi tampoco me tiene porque importar; desde un principio se advierten las reglas del juego, jugaste sucio, jugaste mientras ibas ganando y de pronto renunciaste a la partida.
¿Sabes? Me siento entera, me siento bien y voy a seguir caminando, me quedo con lo bueno y lo malo lo suelto. Si tú no supiste ver lo que valgo, seguro alguien más lo hará, si tú no me supiste valorar, seguro alguien más se encargará, mientras me tengo a mi y con eso me sobra. Guárdate las excusas para la siguiente que cruce tu puerta, guárdate las ganas, yo ya no tengo. Simplemente quiero a alguien que se quede por voluntad, alguien que me elija y no quiera perderme, alguien que vea quien soy y todo lo que doy, que no se desanime y luche conmigo.
Así que quédate aquí, yo soy la que se va, me aseguraré de cerrar la puerta y yo no abro puertas dos veces, basta con una sola vez para darme cuenta quien me quiere lo suficiente, quien quiere quedarse, quien quiere andar de mi mano y quien sólo quiere un rato. Te agradezco la mediocridad con la que quieres, me das la oportunidad de encontrar algo mejor, y no me hagas perder más mi tiempo. Quédate con las ganas de saber que es que yo te quiera, porque ya me voy, y cuando me voy, yo no regreso.
Me encantó, me fascino.
Reblogueó esto en .
Muy bien escrito! Llega hasta el corazón!
Gracias.
👌Muy bueno.