¿Quién lo diría? Para experimentar placer sexual solo necesitamos de nuestra bella compañía y, nuestro cuerpo.
Yo sé, si nunca has escuchado del tema, quizá estés entre boquiabierta, o te dio calor. Para mí, que hace años sentí curiosidad de saber sobre el tema sin tener que relacionarlo con pornografía, descubrí que me conocía realmente poco, y que, tanto mi mente como cuerpo, tenían mucho que ofrecer.
El autoerotismo no solo se trata de tocarse, aunque es una parte de, abarca desde los pensamientos que nos estimulan; en mi caso la primera vez que tuve pensamientos sexuales con un hombre, fue con Zac Efron en High School Musical 1. Después de ver la película por segunda vez, me fui a acostar, cerré mis ojos, y empecé a besar el cojín, imaginándome que era la carita preciosa de Zac, me imaginé en una playa con él, en pleno calor, sudando, con unas piñas coladas encima. ¿De dónde saqué tanto? Probablemente de una película y luego lo proyecté con él en mi mente.
¡Boom! Mi primer estímulo. Tenía el escenario, los personajes, y ahora hacía falta seguir explorando.
¿Por qué es importante poner atención a los pensamientos y sensaciones que tiene nuestro cuerpo? Porque así también sabremos lo que le gusta, lo que está dispuesto a experimentar, y lo que definitivamente está fuera de a ecuación. Conforme vamos creciendo vamos recibiendo información que nuestro cerebro absorbe como esponja, es por eso que es tan importante seleccionar aquellos que nos provocan algo.
Porque aunque en medios impresos, visuales, digitales, podemos consumir todo tipo de estímulo visual, es importante crear los propios.
Además de la parte mental, está la parte física, esa la podemos explorar de distintas maneras, ya sea mediante la masturbación, dildos, juguetes sexuales, incluso olores, sensaciones. El cuerpo tiene muchas zonas sensibles que puedes descubrir que son mucho más sensibles de lo que pensabas, y que, complementan toda la experiencia sexual.
Hay personas a las que les gusta experimentar mientras se dan un baño, en cualquier rincón de su casa, o en su cama. El chiste es que tiene que ser un momento a solas en donde puedan fusionarse los estímulos mentales, con los físicos. Cuando esto suceda, busca tener ese momento para ti nada más, ocuparlo para poder desconectarte del mundo, y reconectar contigo.
Esto también ayuda a mejorar la comunicación que tenemos con nosotras mismas, pues estamos teniendo comunicación directa por dos canales: nuestra cabeza y, nuestro cuerpo, dejando que exista un diálogo de lo que uno quiere, y el otro tiene que ejecutar; aprender a ejecutar para descubrir zonas erógenas, es por ejemplo, una de las ventajas del autoerotismo.
El objetivo del autoerotismo no es otro más que ofrecer a la gente la gran oportunidad de conocer sus propios cuerpos y, explorarlo sin pena. Aprender a escucharse es una parte sumamente importante, pues quien sabe satisfacerse sola o solo, solo necesita de un rato a solas para poder complacerse.
Recuerda, conocer tu cuerpo para poder sentir más placer y experimentar el orgasmo, es tu responsabilidad. Y ojo, el tener una buena salud sexual, entre muchas otras cosas, es saber que estamos dejando que nuestro cuerpo se sienta feliz, se exprese, se manifieste, sin reprimirlo. El autoerotismo es aprender de nuestro cuerpo, y dejarlo ser.
Así que, no temas conectarte contigo, realmente no necesitas de otra persona para poder explotarlo.
Texto de Arte Jiménez
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Fotografía de Kira Ikonnikova en Unsplash