Lo dejé y me quedé esperando detrás de la puerta,
Porque creí que me iba a buscar, que no era un 7 en su escala de 10.
Que ilusa, le puse una lápida a lo nuestro.
Y hurgué en el silencio,
sujetando nuestro amor como agua en la mano,
tocando nuestros recuerdos hasta verlos sangrar.

Lo dejé, porque quería retenerlo,
y después de hacerlo comprendí la locura,
pero ya era tarde,
y ahí me quede.

Estando de más donde tú estabas de menos,
culpando a las circunstancias,
a este adiós motivado no por mi falta de amor hacia ti,
sino por tu falta de amor hacia mí.
Y así, cansada, como una mañana sin café,
seguía,
buscando lucidez en cualquier rincón,
por si volvía me viera feliz,
pero lo dejé,
y ahí sigue, entre mis “casi” y aquello que no me gusta nombrar.
Por: Jessica Correa
Instagram: jesscorrr
Fotografías: pinterest